
Aniversario «La zarza vuelve a arder» – 2025
Este 2025 celebramos con gran gozo el aniversario de nuestra iglesia bajo el lema «La zarza vuelve a arder». Fue una jornada llena de la presencia de Dios, palabra poderosa y momentos inolvidables en comunidad. La atmósfera estuvo impregnada de gratitud y pasión por el fuego del Espíritu Santo que vuelve a encender nuestros corazones.
Durante el evento, tuvimos la participación especial de nuestro pastor, quien compartió un mensaje de renovación y llamado al compromiso espiritual, recordándonos que aún hay zarzas que arden con propósito divino. La alabanza, el compañerismo y la presencia de cada uno de los hermanos hicieron de esta celebración una verdadera fiesta espiritual.
Agradecemos a todos los que fueron parte y colaboraron para que este aniversario fuera un éxito. ¡Seguimos adelante, más encendidos que nunca!






Momentos de ministración y avivamiento
Durante el aniversario, fuimos testigos de momentos profundos de ministración, donde el Espíritu Santo tocó vidas de una manera poderosa. Como se refleja en esta imagen, la oración entre hermanos fue un canal para derramar amor, consuelo y renovación espiritual. Sin duda, fue un tiempo donde muchos corazones fueron sanados y fortalecidos en la presencia de Dios.





Unidos como familia en Cristo

Esta imagen inmortaliza uno de los momentos más especiales del aniversario: toda la congregación reunida, celebrando con gozo lo que Dios ha hecho en medio nuestro. Con vestimentas alusivas a tiempos bíblicos y una gran representación intergeneracional, desde los más pequeños hasta los adultos, damos testimonio de una iglesia viva, activa y apasionada. Fue una noche donde el amor fraternal, la unidad y la fe se hicieron palpables, confirmando que la zarza sigue ardiendo en nuestros corazones.






El aniversario 2025 fue mucho más que una celebración; fue una manifestación del fuego de Dios encendiendo nuevamente nuestros corazones. Cada palabra, cada oración, cada abrazo y cada sonrisa testificaron que el Señor sigue moviéndose con poder en Su iglesia.
Nos vamos de esta celebración fortalecidos, comprometidos y con una convicción renovada: ¡la zarza sigue ardiendo! No porque no se consuma, sino porque Su presencia es eterna, viva, y nos impulsa a seguir adelante con pasión.
«Y se le apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.»
Éxodo 3:2 (RVR1960)